Paz Rodríguez Niell
LA NACION
Por unanimidad, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados destituyó ayer al juez federal de Salta José Antonio Solá Torino, acusado de haber levantado "ilegalmente" la orden de captura que pesaba sobre un narcotraficante que debía estar preso.
Ahora, la detención del magistrado es inminente. Antes de que comenzara el juicio político, la justicia salteña lo había procesado por este mismo hecho y había dispuesto el arresto de Solá Torino, que quedó en suspenso porque tenía fueros. Ayer, con la destitución, los perdió.
De acuerdo con la causa de Salta, no sólo está acreditado que el magistrado favoreció irregularmente al condenado José Miguel Farfán, sino también que, a cambio, cobró un presunto soborno de 15.000 pesos.
En su fallo de ayer, el Jurado de Enjuiciamiento no hizo referencia al supuesto cohecho, pero afirmó que se había demostrado que Solá Torino mintió y violó la ley con el "propósito espurio" de beneficiar a Farfán. Así, el tribunal consideró acreditado el "mal desempeño", razón suficiente, de acuerdo con la Constitución, para disponer su remoción.
La decisión del Jurado tiene dos argumentos centrales. El primero, que el juez levantó la orden de captura alegando que "podría estar prescripta la pena" cuando no lo estaba. El segundo, que cuando Solá Torino le informó a Interpol que ya no debía detener a Farfán equivocó en su nota el número de documento del condenado y, a los pocos días, envió un segundo oficio con el número correcto. ¿Cómo supo que había cometido un error? No hay ninguna constancia en el expediente que justifique el cambio.
El propio Farfán lo explicó. Fue él quien advirtió el error y, por medio de un grupo de gente que era su contacto con el juez, pidió que se corrigiera.
Estos intermediarios eran, de acuerdo con el fallo de ayer, Hugo Salazar, que era amigo del prófugo; Graciela del Valle Ferreyra y su hija, Gabriela Vázquez. Se demostró que ellas tenían acceso al juez.
Una de las principales pruebas contra el magistrado fueron "las numerosas llamadas" entre él y estos "intermediarios". Pero, además, el Jurado consideró acreditado que Solá Torino se había comunicado telefónicamente con el propio Farfán cuando éste estaba prófugo.
LA NACION intentó comunicarse ayer con el juez, pero sus abogados informaron que no haría declaraciones.
Ayer, Solá Torino no se presentó a escuchar la lectura del fallo. "No vino porque sabía que podría haber quedado detenido", dijo a LA NACION un funcionario judicial. La defensa, en cambio, alegó un "motivo familiar" y dijo que no está claro que la orden de detención esté vigente.
A la Corte
Ahora, Solá Torino prepara un recurso extraordinario para intentar que la Corte Suprema revoque la decisión del Jurado de Enjuiciamiento. Mientras tanto, sus abogados presentaron ayer un pedido ante la justicia de Salta para evitar la detención.
El juicio político contra Solá Torino se realizó en tiempo récord: sólo duró tres días. Oficiaron de fiscales dos miembros del Consejo de la Magistratura -el organismo que acusó al juez y lo suspendió-, los senadores Ernesto Sanz (UCR) y Nicolás Fernández (Frente para la Victoria).
En la primera audiencia del proceso, Solá Torino había negado todos los cargos en su contra: dijo que no era cierto que hubiera cobrado un soborno y afirmó que era víctima de una "infamia perversa" con intenciones "políticas", de la que culpó a buena parte de la justicia salteña.
Pero el Jurado no le creyó. "El juez acusado no es fiel a la verdad, ya sea real o jurídica, atributo central de la magistratura", dice el fallo, que está firmado por los senadores Rubén Marín (PJ) y Alfredo Martínez (UCR), las diputadas Lía Bianco (Frente para la Victoria) y Sandra Rioboó (UCR), los jueces federales Luis Herrero y Luis Jiménez, y la representante de los abogados, Angela Vanni.
Ahora, Solá Torino probará suerte en la Corte, pero sus posibilidades de éxito son pocas. El máximo tribunal nunca revocó una sentencia semejante del Jurado de Enjuiciamiento.
El personaje JOSE ANTONIO SOLA TORINO
Juez federal de ejecucion penal salta
Fue destituido por la causa de "mal desempeño". El Jurado de Enjuiciamiento sostuvo que obró con el "propósito espurio" de favorecer a un narcotraficante. Ahora que perdió los fueros, podría ser detenido: está procesado por la justicia salteña por el delito de cohecho pasivo agravado.
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Iruya.com
Solá Torino se defiende diciendo que ha vivido "un tránsito perverso"
El juez salteño José Antonio Solá Torino, miembro del Tribunal Oral Federal, que actualmente se encuentra procesado penalmente por la presunta comisión de un delito de cohecho agravado, compareció ayer ante el Consejo de la Magistratura, órgano que debe juzgar su conducta y decidir si existe motivo para apartarlo de los funciones judiciales.
El que fuera candidato a vicegobernador de Roberto Romero en 1991, desestimó la posibilidad de ejercer su derecho a un descargo verbal y prefirió presentar un escrito en la secretaría de aquel órgano. Según informa Nuevo Diario de Salta, en este escrito el magistrado procesado habría negado cualquier participación en los hechos que motivaron su procesamiento y atribuido éste a una supuesta animadversión personal del juez federal Miguel Antonio Medina.
El descargo de Solá Torino comienza despistando un poco a los entendidos, ya que en las primeras líneas afirma que, desde junio pasado, "he vivido un tránsito perverso", en lo que podría interpretarse como un ataque a don Gerardo Montaldi y a su política de filtros y "carriles selectivos". Pero a lo que en realidad se refiere el juez es a las que él califica como "difamantes publicaciones de los diarios locales que circulan en la ciudad de Salta". Solá Torino cierra el círculo del "tránsito perverso", atribuyendo aquellas difamaciones a "informaciones provistas desde los mismos estrados de la Justicia Federal de Salta".
Para el juez, no existen pruebas que lo incriminen. "Nunca, en oportunidad alguna, ya sea directamente del Sr. Miguel Farfán, o por interpósita persona, he recibido ofrecimiento o promesa, o cosa a dinero alguno, para que haga o deje de hacer algo propio a mis funciones de magistrado, como que nunca, en ningún momento he aceptado ninguna de las conductas contenidas en el articulo 257 del Código Penal".
"Niego haber mantenido comunicación telefónica alguna directa o por interpósita persona con el Sr. Farfán, lo que ha sido desvirtuado en mis declaraciones indagatorias recepcionadas en el juzgado instructor", dice el juez Solá Torino en su descargo. "Únicamente he mantenido comunicación telefónica con la señora Ferreira (Graciela o Chela) por cuestiones relacionadas al cumplimiento de su condena y al requerimiento de sus antecedentes".
Solá Torino también afirmó que "nunca he mantenido contacto telefónico ni personal con Hugo Salazar ni con Gabriela Vázquez.
Al tiempo de negar haber recibido o exigido cohecho de alguna de las personas involucradas en la causa, Solá Torino puso énfasis en la ilegalidad de la utilización de "las declaraciones de supuestas comunicaciones telefónicas con los otros imputados". Dijo el juez que "se trata de desgrabaciones de conversaciones telefónicas de absoluta ilegalidad, sin identidad sin preservación probatoria".
Tras el descargo de Solá Torino, el Consejo de la Magistratura espera un dictamen de comisión para que el asunto pueda ser abordado en el pleno del organismo. Será esta instancia la que determinará la suerte del juez, no descartándose que el juez sea apartado cautelarmente de sus funciones mientras se decide la formación un Jury de Enjuiciamiento que habría de entender en su destitución definitiva.
Destituyen un Juez Federal en Salta
Publicado por Red Federal en 8:19
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